En el verano suele incrementarse el riesgo de contraer este tipo de enfermedades causadas por bacterias, virus, parásitos o químicos dañinos.
En esta época del año donde se presentan altas temperaturas, es importante tener algunos recaudos a la hora de comprar, preparar, conservar y manipular alimentos para evitar Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA). Se trata de un conjunto de síntomas y signos que se originan al consumir agua o alimentos contaminados. Pueden ser causadas por bacterias, virus, parásitos o químicos dañinos como Salmonella, Campylobacter, Escherichia coli enterohemorrágica, Listeria monocytogenes, Clostridium botulinum, Hepatitis A, entre otras.
Desde la dirección de Bromatología del ministerio de Salud se recordó que en el verano suele incrementarse el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por alimentos debido a las altas temperaturas y la humedad ambiente, ya que los productos son más susceptibles al desarrollo microbiano.
Los síntomas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. La duración y la intensidad de los síntomas dependen de varios factores como la cantidad de contaminante en el alimento, la cantidad consumida y el estado de salud de la persona.
Ante la presencia de algún síntoma compatible, no automedicarse, y concurrir urgente al centro de salud más cercano o llamar al 107.
¿Qué tener en cuenta para evitar las ETA?
Se recomienda a la población que no comprometa su salud y considere los siguientes consejos:
- Al hacer las compras comenzar por los productos que no necesitan refrigeración y dejar para el final los perecederos como carnes, pescados, aves, lácteos y productos congelados. Confirmar que los productos congelados se conservan a la temperatura indicada en el envase y, de no ser así, informar esta situación a quien esté a cargo del local. En caso de comprar mercadería con envío a domicilio optar por productos que no requieran refrigeración. En caso contrario, asegurarse de que haya permanecido el menor tiempo posible a temperatura ambiente. Al recibirla, colocarla inmediatamente en el refrigerador o freezer.
- Usar agua potable, no sólo para lavarse las manos y los utensilios que se vayan a utilizar, sino también para preparar hielo, jugos o mamaderas.
- Lavar con frecuencia tus manos y las superficies de la cocina.
- Las frutas y verduras deben lavarse cuidadosamente antes de ser consumidas para evitar tanto la contaminación microbiana como la presencia de productos químicos.
- Cocinar completamente los alimentos antes de consumirlos (carnes y pollos no deben presentar un color rosado en su interior).
- Para manipular carnes y otros alimentos crudos usar utensilios diferentes, separando siempre los alimentos crudos de los cocidos y de los listos para consumir. Por ejemplo, no usar la misma tabla o superficie donde se corten carnes para luego cortar vegetales o quesos.
- Durante los días de calor, los alimentos listos para consumir no deben permanecer fuera de la heladera por más de una hora antes de comerlos, recalentarlos, refrigerarlos o congelarlos. Desechar sobrantes de comida que hayan permanecido sin refrigeración un tiempo mayor al mencionado.
- Evitar cortar la cadena de frío pues, en el verano, los alimentos son más susceptibles al desarrollo microbiano. Si se los transporta fuera del hogar (picnic, playa, etc.) hacerlo en cantidades que se vayan a consumir y siempre en forma refrigerada (heladera), protegidos del sol. Si esto no es posible elegir alimentos que soporten mejor las condiciones de temperatura ambiente (enlatados, frutas o desecados).
- Para descongelar adecuadamente los alimentos, colocarlos dentro de la heladera o utilizar el horno microondas seguido de su cocción inmediata. En el caso de alimentos congelados en porciones chicas se pueden cocinar directamente sin descongelación previa. No descongelarlos a temperatura ambiente.
- Realizar la compra de alimentos en comercios habilitados. Evitar compras informales, por ejemplo, por redes sociales o en puestos callejeros. Evitar la compra de jugos, bebidas o helados de procedencia desconocida, por ejemplo, ventas ambulantes de los cuales se desconoce si la elaboración fue de forma higiénica.
- No comprar huevos que tengan la cáscara sucia o rota y conservarlos refrigerados en su envase original, separados de otros alimentos listos para consumir. Lavarlos bien en el momento de cocinarlos. Evitar las comidas, salsas o postres preparados con huevos crudos.
- No consumir alimentos después de su fecha de vencimiento.