Buenos Aires.- Después de la goleada adversa sufrida frente a Temperley, Racing recibió a Gimnasia con la obligación de ganar para no ceder terreno en su camino hacia la próxima Copa Libertadores. La pésima producción demostrada frente al Gasolero motivó a Diego Cocca a patear el tablero para equilibrar a un equipo que sufrió mucho en defensa desde la reanudación del campeonato.
A pesar de la paridad que mostró el duelo, la Academia se adueñó de la posesión gracias a las intervenciones de Marcos Acuña, Diego González y Lautaro Martínez.
La euforia se instaló en el Cilindro cuando Emanuel Insúa improvisó una proyección perfecta que hizo brillar a Lautaro Martínez. El delantero expuso su calidad con un remate que dejó sin posibilidades a Martín Arias.
Racing justificó la victoria por la jerarquía individual de sus intérpretes. La escasa diferencia no se reflejó en el desarrollo del juego. La Academia fue muy superior y mereció un triunfo más holgado.