«Je suis Charlie» (Yo soy Charlie), la frase que recorrió todo el mundo. Tres palabras que resumieron el dolor y el repudio por el atentado al semanario francés en el que murieron 12 personas y tuvo 11 heridos.
No solo en París, sino también en las principales ciudades de Europa donde la gente también se volcó a las calles, con pancartas, velas y tapas del Charlie Hebdo.
En silencio, se alzaron manos en alto con lápices o lapiceras. En las plazas y también en las redacciones de distintos lugares del mundo.