Buenos Aires.- El repudiable hecho ocurrió en la Villa Olímpica que el club de Liniers posee en Ituzaingó en un encuentro al que el elenco local arribó como líder de su categoría con 40 puntos, pero minutos antes River lo había superado por dos unidades al ganar su cotejo.
Por esa razón, Vélez necesitaba ganar para quedarse con el título y lo estaba logrando gracias a un gol de Emiliano Bogado, pero cerca de la media hora del complemento Independiente igualó el partido que culminó empatado 1-1.
Con este resultado, la Copa Campeonato quedó en manos de River y momentos después de finalizado el encuentro los jóvenes de Vélez acusaron recibir cargadas de sus pares de Independiente por el sinsabor.
De inmediato se generó una batahola incontrolable en medio de la cual los futbolistas protagonizaron una vergonzosa batalla campal en la que hubo trompadas y patadas voladoras por doquier mientras que los adultos que estaban en el predio, en lugar de frenar la gresca se unieron a ella y hubo corridas por todo el predio de Ituzaingó.
Como consecuencia de ello, los juveniles de Independiente tuvieron que encerrarse en el vestuario hasta que pudieron retirarse en micro por una puerta trasera y escoltados por la Policía.