Estados Unidos.- En el Century Link Field de Seattle, la Argentina cerró su participación en el Grupo D con la misión de asegurar su liderazgo en la zona ante Bolivia, un rival que expuso sus limitaciones en sus dos compromisos previos que le valieron la eliminación.
Tras las modificaciones realizadas en el escenario que habitualmente recibe al fútbol americano, Gerardo Martino presentó una formación con varias modificaciones. Los ingresos de Facundo Roncaglia, Víctor Cuesta, Erik Lamela, Matías Kranevitter, Ezequiel Lavezzi y Sergio Agüero demostraron las intenciones del Tata: cuidar a sus mejores hombres para los cuartos de final.
Antes de que se cumpla el primer cuarto de hora, una dura infracción de Edward Zenteno sobre el Pocho encausó la victoria albiceleste. El Coco se hizo cargo de la pelota parada y, tras un leve desvío en la barrera, concretó el 1 a 0. El grito del ex River no conformó a los bicampeones del mundo, dado que unos instantes después el delantero que atraviesa en el fútbol chino extendió la diferencia.
Un cabezazo de Gonzalo Higuaín y un rebote hacia el centro de Carlos Lampe facilitaron la tarea del ex San Lorenzo. El oportunismo de Lavezzi derivó en el 2 a 0 para que Argentina se afiance en la punta. Sin temor a sufrir inconvenientes, los criollos se encargaron de administrar los tiempos del encuentro a merced del pobre seleccionado del altiplano.
Con una producción perfecta, el Pocho se disfrazó de figura para abastecer al defensor de Independiente, quien se había animado a atravesar el territorio ajeno. Cuesta recibió del hombre más incisivo de la noche y transformó la victoria en goleada. Lo más atractivo era que todavía faltaba un tiempo por jugarse.
En el complemento el entrenador reemplazó al Pipita por Lionel Messi y a Éver Banega (amonestado) por Lucas Biglia. Mientras uno buscaba el record histórico como máximo artillero de la Selección, el otro intentaba agarrar ritmo para los partidos de la fase final. Naturalmente, las miradas se fueron con la Pulga, quien tuvo varias ocasiones de tiro libre para gestar su hazaña personal.
Otra de las escenas que dejó el monólogo fue el precioso caño que improvisó el rosarino ante Lampe. La figura del Barcelona ridiculizó al arquero con su calidad, pero la acción fue invalidada por un supuesto fuera de juego. Fue una pena que la obra no haya concluido en la red.
Argentina se convirtió en el único aspirante al título en haber ganado todos sus partidos. Con puntaje ideal se quedó con su zona y avanzó a los cuartos de final, donde enfrentará a Venezuela. Tal vez allí, el líder albiceleste pueda superar la marca que hoy ostenta Gabriel Batistuta. Leo todavía tiene tiempo para confirmar su rol de mejor del mundo.
Fuente: Infobae