Miles de personas se dieron cita en el emblemático estadio Azteca de Ciudad de México para despedir a Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.
Chicos y adultos disfrazados de personajes como El Chavo del 8, Quico, la Chilindrina y el Chapulín Colorado fueron a darle el último adiós al actor, que murió el viernes a los 85 años en el balneario de Cancún.
Al llegar el féretro con los restos de Gómez Bolaños a bordo de una carroza, alrededor de 40.000 asistentes rompieron en aplausos y gritos de «Se ve, se siente, el Chavo está presente».
Al ataúd fue colocado en una enorme carpa en la cancha ante una cruz y dos grandes fotografías del actor. Su viuda, Florinda Meza, se aproximó para depositar flores junto al féretro, no sin antes elevarlas en señal de agradecimiento al público.