Brasil.- La presidente Dilma Rousseff habló con periodistas de varias partes del mundo, para echar luz entre tanta oscuridad de causas de corrupción y lavado de dinero que hay hoy en la política brasilera.
«No soy una mujer frágil. Piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una presidente elegida. Piensan que tengo que estar muy afectada, desconcertada, muy presionada. Pero yo no estoy así, no soy así», afirmó la mandataria.
Asimismo, apuntó contra la Justicia y dejó claro que, para ella, hay intereses políticos y económicos en las causas: «Les recomiendo que se pregunten a quién beneficia esto, muchos de los cuales ni siquiera han aparecido aún en escena, pero que están atrás, al fondo. Como el caso de la divulgación de las conversaciones: la actitud correcta no era divulgar la grabación, sino enviarla al Tribunal Supremo Federal, que es quien tiene derecho a investigarme a mí. Un juez no puede jugar con pasiones políticas, tiene que ser imparcial».
Pese a las complicaciones claras que tiene la presidente de Brasil, Dilma no deja de destacar que «recurriremos a todos los instrumentos legales para dejar claro las características de este golpe».
Fuente: Infobae