Buenos Aires.- La investigación del homicidio de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez dio otro importante con el hallazgo de manchas de sangre en la ropa del detenido Lucas Ariel Azcona, el joven de 22 años al que su padre entregó a la Justicia este fin de semana, luego de que su otra hija lo reconoció en los videos de las cámaras de seguridad de las cuadras adyacentes al edificio de Don Bosco al 4100, en Almagro, donde en la madrugada del 15 de julio pasado se consumó el crimen.
Una calificada fuente de la Policía Federal confirmó a LA NACION que en el allanamiento a la vivienda del detenido fueron secuestradas prendas de vestir manchadas con sangre. Estas piezas de indumentaria se encuentran en el laboratorio de la policía científica donde son analizadas, luego serán cotejadas con las muestras de sangre recolectadas cerca de la escena del crimen, más precisamente, en la vereda y las paredes de los edificios de la cuadra donde fue asesinada Nicole.
La misma fuente señaló que los resultados del cotejo entre el material genético de la escena del crimen y la ropa de Azcona puede demorar entre dos y tres días. Además, se está analizando el ADN del sospechoso que fue extraído en forma compulsiva por orden de la fiscalía, ya que ayer se había negado a someterse al examen.
Ayer, el detenido se negó a declarar ante el juez de instrucción Luis Zelaya, quien le preguntó sobre un «tutor» que tiene colocado en la pierna derecha como consecuencia de aquella herida. Según fuentes judiciales, el acusado dijo que se lo habían puesto por un golpe que sufrió tiempo atrás. Sin embargo, un jefe policial dijo a la agencia Télam que el joven había dicho a sus familiares y a los médicos que lo atendieron en ese momento que lo habían baleado en un asalto.
Fuente: La Nación