Salta.- Luego de la victoria de Boca frente a Lanús en San Juan, Racing y Rosario Central se dirimieron la segunda semifinal de la Copa Argentina en Salta. Como el presente de los protagonistas mantuvo en vilo a todos los fanáticos en el campeonato doméstico, la promesa de entretenimiento se trasladó al norte del país.
El polémico esquema que planteó Diego Cocca, con un triple cinco, y la carencia de ideas ofensivas del equipo de Eduardo Coudet atentaron contra los pronósticos que se habían establecido en el estadio Padre Ernesto Martearena. Así, sobre los 20 minutos, el Canalla generó la ocasión más clara. Una notable asistencia de Giovani Lo Celso hacia la velocidad de Marcelo Larrondo, le sirvió al atacante con pasado en Italia para desprenderse del achique de Sebastián Saja y tocar ante el despoblado arco albiceleste. Sólo por la heroica tarea de Francisco Cerro, el marcador se mantuvo intacto.
La respuesta de la Academia se basó en la pelota parada. La pegada de Marcos Acuña y el juego aéreo de Luciano Lollo mantuvieron en jaque a la zona defendida por Manuel García, aunque la situación más peligrosa se conformó después de un despeje defensivo de Marco Ruben, quien cabeceó contra su propia valla y el balón terminó a medio metro del travesaño.
Con la misma fórmula, antes de que se vayan al descanso Nicolás Sánchez ganó en el área adversa e impactó su testazo contra el palo. El sonido metálico paralizó a la defensa rosarina, que empezaba a descuidar a la última línea por las cortinas que creaba Mariano Pavone.
Como pasa habitualmente con la entidad de Avellaneda, cuando parecía que estaba más cerca de abrir el marcador, un error ajeno le dio la oportunidad a su rival de festejar el 1 a 0. La destacada maniobra del canterano sobre Ezequiel Videla, quien tuvo un cierre para el olvido, y la jerarquía del goleador rosarino llevaron a los del Chacho a celebrar en la última escena del primer acto. Fue un golpe clave en la noche salteña, que dejó un manto de suspenso para el complemento.