San Juan.- Si bien la «Academia» intentó exponer su diferencia jerárquica desde el comienzo, la primera ocasión de riesgo la tuvo el «Bohemio». Una mano innecesaria de Iván Pillud, en la puerta del área grande, le dio la posibilidad a Lucas Mancinelli de sorprender a su rival. Sin embargo, la extraordinaria reacción de Sebastián Saja mantuvo la paridad en el marcador.
La respuesta albiceleste se basó en el juego aéreo de Mariano Pavone y la velocidad de Ricardo Noir, aunque el sólido esquema propuesto por Arnaldo Sialle atentaba contra los deseos del elenco de Avellaneda. Además, Pablo Aurrecochea se mostraba muy seguro cada vez que tenía que intervenir para desactivar las escasas situaciones que lograban crear los atacantes de Diego Cocca.
Sin dudas, el error de Racing fue haber subestimado a su rival. Además, la expulsión de Marcos Acuña complicó aún más la tarea de los aspirantes al título, que sólo mantenía la igualdad por la enorme figura de su arquero.
El lavado de cabeza funcionó a la perfección, dado que la actitud académica se modificó notoriamente. Tal es así, que una combinación entre Noir y Pavone derivó en el primer tanto del partido. Casi sin merecerlo, el «Tanque» le daba la victoria a un equipo que empezaba a resurgir, sobre todo si se tiene en cuenta el minuto fatídico que sufrió la entidad de Villa Crespo, ya que una infracción de Pablo Cortizo obligó a Sergio Pezzota a expulsar al volante y quitarle la única ventaja que tenía: la superioridad numérica.
Sin embargo, el amor propio de Atlanta le puso un manto de suspenso al espectáculo. La mano de Yonathan Cabral derivó en el penal convertido por Juan Galeano y el 1 a 1 volvió a poner contra las cuerdas a los de Avellaneda. El temor al ridículo paralizó a la mayoría de los albicelestes.
Sobre el cierre se produjo la ocasión más clara que ejemplificó el nerviosismo de Racing. A la salida de un lateral Emiliano Bonfigli durmió a los centrales, dominó con el pecho y definió con un potente disparo. Por centímetros Atlanta no logró la hazaña. El pasaje a la siguiente instancia debía resolverse desde los doce pasos.
Fiel a su estilo, la «Academia» se impuso con mucho sufrimiento. La heroica tarea de Sebastián Saja, para desactivar el remate de Emiliano Bonfigli fue fundamental para sellar el pasaje. Además, el «Chino» abrió la cuenta para los de Cocca, y le siguieron Óscar Romero, Iván Pillud y Mariano Pavone. Como Hugo Silva y Matías Quiroga marcaron para Atlanta, los fallos de Juan Galeano y Luciano Lollo cerraron una noche en la que la justicia dijo ausente.