Fito Paez en Neuquén: Autentico y talentoso de principio a fin

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El mejor lugar donde podría haber tocado Fito Paez es en el Cine Teatro Español, supongo que será por la cercanía que sentís con el artista aunque estés un poco alejado del escenario.

Probablemente en esos momentos extrañamos los empujones de los grandes recitales de rock al aire libre o en lugares mucho más grandes que un teatro, pero el hecho de que el artista sea Fito Paez suplanta esos deseos.

El show empezó a las 22.30, y claro antes se escuchó el aplauso de muchos ansiosos que no podían esperar más. Muy relajado, Fito y su banda subieron al escenario para dar un show de casi dos horas.

Para mi sorpresa, los clásicos aparecieron en el quinto tema. Pero antes, Fito se mostró un poco tímido. Tampoco lo fue mucho, en «Yo te amo» dejó en claro que bailar no es problema para él. A lo largo del show, el rockero de Rosario fue simpático y habló bastante. Un tema recurrente fue el amor y las mujeres, eso si son problemas para Fito.

La banda, en el arranque, funcionó de base y poco contacto tuvo con el público. Pero a medida que los temas pasaron, los músicos se pusieron cómodos y fueron los primeros en pedir más «aguante» al público neuquino. Luego, Fito se tiró al suelo dando a entender que se dormía porque faltaba ruido «Me da sueño Neuquén, dale!», dijo el eterno creador de canciones bonitas.

Veinte temas fueron en total y un bis de película (Dar es dar y Mariposa Tecnicolor). Pero antes de todo eso y casi con una precisión de cirujano, en el promedio del concierto Fito se lució con su compañero de historias, el piano.

«Ella sabe todo de mi» y «Tumbas de la gloria» fueron momentos altísimos y claro que la seguidilla sobre el final de «Brillante sobre el mic», «Ciudad de pobres corazones» y «A rodar» fueron muy celebradas por el publico que se reunió en el Cine Teatro Español.

Todo termino con «Dar es dar» y «Mariposa Tecnicolor», pero Fito aseguró: «Nos vemos mañana». No creo que sea tan asi, pero seguro nos vamos a volver a ver. Porque la primer cita fue perfecta.