La Habana, Cuba.- El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, presidió la ceremonia oficial de reapertura de la embajada norteamericana en Cuba, concretada en el izado de la bandera que había sido arriada hace más de 50 años. Se abren las puertas a una nueva era de cordiales pero duras relaciones diplomáticas.
Larry Morris, Mike East y Jim Tracy, los mismos tres marines que había retirado la insignia el 4 de enero de 1961, le entregaron la nueva a tres jóvenes militares que se encargaron de volver a izarla. Los veteranos cumplieron así su promesa de regresar a suelo cubano para reponer el emblema en la puerta de la sede dilplomática.
El secretario de Estado pronunció previamente un discurso para reabrir formalmente la embajada estadounidense e izar la bandera delante del macizo edificio de hormigón que adorna el Malecón, abriendo una visita de menos de 12 horas en la capital cubana.
El ascenso de los colores de Estados Unidos fue acompañado por la ejecución de los himnos de ambos países, instrumentados por una banda del Ejército estadounidense.
Cuba y Estados Unidos, enemigos durante la Guerra Fría, habían roto relaciones en 1961 en el fragor de la revolución castrista. Sin embargo, desde 1977 mantenían Secciones de Interes como embajadas de oficio bajo la protección de Suiza, una cooperación que Kerry resaltará en un breve encuentro en La Habana con el canciller del país europeo, Didier Burkhalter.