Neuquén.- Retirados pero no inactivos. Hace varios dias un equipo de héroes anónimos lucha contra el fuego en Valle Magdalena.
En medio del paisaje devastado por el fuego, las personas retiradas de áreas gubernamentales tiene una nueva misión: ayudar a apagar los incendios que amenazan la naturaleza y las comunidades locales.
Estos héroes, con décadas de experiencia en la lucha contra el fuego, se juntaron para formar un equipo que combate las llamas con pasión y dedicación. A pesar de no estar sus cargos por diferentes cuestiones, su amor por la naturaleza y su sentido de responsabilidad los llevan a volver al campo de batalla.
El equipo, compuesto por unos 15 expertos en fuego, trabaja incansablemente durante días enfrentando temperaturas extremas y condiciones peligrosas. Sin embargo, su determinación y experiencia les permite hacer una diferencia en la pelea contra las llamas.
«Si por ayudar voluntariamente a la gente somos locos y metidos, entonces lo somos. Supimos de los pedidos de las comunidades Chiquilihuin y Linares, y después de nueve años nos reunimos. Estamos ayudando por fuera de las mesas de trabajo de los gobiernos, armamos una cuadrilla y vamos adonde nos reciben. Por fortuna ayer llegó personal de Manejo Nacional del Fuego a las comunidades», relató Norberto Ocares, bombero y ex Director de Defensa Civil de Junín de los Andes, en contacto con La Red Neuquén.
Contó que «somos un grupo de personas que estuvimos en diferentes áreas relacionadas al fuego y medioambiente y estamos sumando de forma voluntaria, eramos cinco en un inicio y hoy ya contamos con quince personas dispuestas a colaborar».
«El gran impedimento era el transporte. El papá de uno de los chicos nos prestó una camioneta y así llegamos la primera vez. En las últimas horas nos confirmaron que contamos con traslado a los puntos de trabajo, eso nos permite acceder mejor a los bosques», comentó.
Ocares también indicó: «Se dañaron bosques de araucarias muy antiguos, de los últimos que había en esta zona. El fuego creció mucho y las condiciones climáticas no colaboraron. Ahora se puede contener para que no avance a las casas de las comunidades mapuches».
A medida que el equipo continúa su trabajo, es claro que su motivación va más allá de simplemente apagar el fuego. Es un acto de amor y respeto por la naturaleza, y un recordatorio de que nunca es demasiado tarde para hacer una diferencia.