Ante las altas temperaturas que se registran en la región, el consumo de agua se ha visto acrecentado y desde el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) han solicitado a la ciudadanía que arbitre los medios necesarios para evitar el derroche, por solidaridad con el resto de los usuarios y para optimizar recursos a la hora de garantizar el agua potable para más de 300 mil personas.
Mientras el termómetro superaba ostensiblemente los 30 grados, se registró ayer en la capital provincial un consumo de 780 litros de agua potable por habitante. Esta cifra está muy encima de los estándares internacionales y entraña una particularidad: no sólo marca la cantidad real de agua a la que accedió cada usuario del EPAS en Neuquén si no también aquellos que están conectados de forma clandestina a la red y el agua potable que se pierde por el estado en que se encuentran las redes, algunas de las cuales datan de la década de 1950.
Este panorama fue descripto por Marcelo Lazcano, secretario de Empresas Públicas del Ministerio de Infraestructura de la provincia, al ser consultado por la prensa sobre la prestación que brinda el EPAS y el valor del servicio que se ha visto incrementado del orden del 40 por ciento, respecto al trimestre anterior.
Sobre la tarifa en cuestión, explicó que “se establece teniendo en cuenta todos los costos que hacen a la prestación del servicio”. Hizo esta distinción debido a que el EPAS atiende a doce localidades, incluyendo la capital. “En el caso particular de la ciudad de Neuquén, se consideran todos los gastos, tanto de energía como de personal, químicos, estructura y en función de eso se establece una tarifa por metro cúbico”, indicó.
Lazcano recalcó que la tarifa del agua “era una de las más atrasadas” no sólo en la provincia sino en todo el país. Por tal motivo -dijo- “estamos tratando de llevarla a un nivel de razonabilidad”. En ese sentido advirtió que “si bien el aumento es importante, la tarifa todavía no está reflejando la realidad de los costos de llevar el agua a las casas”.
Un dato distintivo en Neuquén es que hay pocos medidores de agua, entonces gran parte de los clientes del EPAS paga el servicio en función de la superficie de su propiedad. “Hay una fórmula que regula entre la superficie y los metros construidos, de la que sale un estimado de la cantidad de metros cúbicos”, informó. Quienes no están conformes con esto, tienen la posibilidad de solicitar la instalación de un medidor para dejar de pagar por superficie y comenzar a hacerlo en función del consumo real de agua.
Una alternativa que se está analizando es que las nuevas conexiones directamente tengan medidor. Debido al costo de los medidores, desde el gobierno de la provincia estudian alternativas como la posibilidad de que el EPAS compre los medidores y los ofrezca a los usuarios con algún tipo de financiamiento, a pagar con la factura. “La idea es que todas las nuevas instalaciones lleven medidor, ya que es la forma más clara de que cada uno sepa cuánta agua se está consumiendo”, expresó.
El funcionario provincial enumeró las obras y acciones que llevan adelante desde la asunción de la actual gestión de gobierno para mejorar el servicio que brinda esta empresa del Estado. “Estamos trabajando para mejorarla. Una situación que trae muchos años no se puede mejorar de un día para el otro. Las inversiones en agua son inversiones muy grandes. Nosotros estamos ahora, a través del préstamo de la CAF, trabajando para la ampliación de la planta de Mari Menuco, para asegurarnos más cantidad de agua para el crecimiento futuro de Neuquén. Esta es una obra de 40 millones de dólares”, precisó. Además, se está empezando -a través de Recursos Hídricos- una mejora de la planta Tronador, del orden de los 5 millones de dólares.
Con respecto a las redes, indicó que en algunos sectores de Neuquén tienen más de 70 años de antigüedad y hay que renovarlas. Mencionó también que “muchas veces se asigna el EPAS la responsabilidad sobre la situación en los barrios irregulares. Y este es un tema complejo. Es un problema bastante grave que también estamos afrontando de la forma que vamos pudiendo. Ya se hizo una licitación para una cisterna importante para la zona de la Meseta que va a llevar hasta el año que viene tenerla, o sea, este año no va a estar. Hoy, se abre una licitación para hacer una obra de emergencia. Se está trabajando mucho”, aseguró.
Por último, indicó que mientras gestionan el financiamiento necesario y avanzan con las obras es preciso que la ciudadanía tome conciencia del costo que tiene potabilizar y entregar agua a la totalidad de los habitantes de Neuquén. “El consumo que estamos teniendo, asusta. Y, muchas veces, ese usuario que está llenando la pileta hace que otro vecino se quede sin agua”, graficó.