El jefe de la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez, promovió a su pareja, María Eugenia Fanelli, a un alto cargo apenas siete días después de asumir su puesto. La disposición, firmada únicamente por Vázquez, permitió a Fanelli ascender al frente de la Dirección Regional Centro II de la ciudad de Buenos Aires, eludiendo rangos intermedios y con un considerable aumento salarial.
Fanelli, quien previamente era jefa de una sección técnico jurídica con un salario estimado entre 3,8 y 4,2 millones de pesos, pasó a liderar una de las Direcciones Regionales más relevantes de la DGI, con un sueldo neto que oscilaría entre 7 y 8 millones de pesos. El ascenso quedó formalizado en la Disposición 182/2024, firmada el 1 de noviembre y publicada al día siguiente en el Boletín Oficial. Como parte de esta reorganización, el anterior titular, Luciano Botto Rostom, fue desplazado a la Regional de Mercedes.
La decisión de Vázquez ha generado cuestionamientos internos, ya que el Código de Ética de la ex-AFIP prohíbe la supervisión directa entre personas con vínculos conyugales o de convivencia. Además, se exige a los funcionarios abstenerse de intervenir en asuntos donde exista un interés personal.
Este nombramiento se suma a las controversias que rodean a Vázquez, quien fue denunciado recientemente por no declarar bienes en el exterior. Según una investigación periodística, en 2013 adquirió tres propiedades en Miami valuadas en 2 millones de dólares, de las cuales aún posee dos, con un valor aproximado de 1,6 millones.
El historial de Vázquez en la DGI incluye múltiples desplazamientos por parte de anteriores autoridades, aunque nunca fue exonerado. A pesar de investigaciones judiciales y denuncias previas, logró mantener su carrera en el organismo y ascendió nuevamente gracias a su relación con figuras clave de la actual administración.
La designación de Fanelli y las implicancias éticas y legales de este ascenso continúan generando debate tanto dentro como fuera del organismo recaudador, mientras las autoridades competentes evitan realizar comentarios al respecto.