Quince años de espera para un Ritual Piojoso soñado

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Parecía que nunca iba a pasar, pero se alinearon los planetas y pasó. El 14 de Diciembre todo lo que alguna vez soñamos los/las piojosas/os se hizo realidad, nada más y nada menos que en el místico Estadio Único de la Plata Diego Armando Maradona. (enviado especial)

La explosión de corazones ante el primer apagón de luces y el coro a oscuras que abría el ritual más esperado de todos se dio poco más de las 21:35 hs. Todo fue emocionante, abrazos piojosos y lágrimas de felicidad en un estadio colmado de fanáticos de la banda de Palomar liderada por Andrés Ciro Martínez.
Desde el minuto uno del lanzamiento de las entradas la felicidad y la incertidumbre se volvieron una sola sensación. Todo fue caótico en las redes sociales por la demora en la fila virtual para la compra de los tickets pero a quien le importaba si después de quince años volvían los Piojos.


El canto eterno desde aquella última reunión piojosa se escuchaba en cada recital de cualquiera de los ex piojos en ese entonces: “que vuelvan los piojos!, hay que saltar, hay que saltar para que los piojos se vuelvan a juntar! “ algunos de los pedidos que durante quince años se escucharon en diferentes recitales, sobre todo de Ciro y los Persas, esa gotita de agonía que dejó dando vueltas Ciro para no perder jamás la esperanza.
La mañana del sábado 14 de diciembre La Plata, ciudad de historia rockera si las hay, vistió sus diagonales de “trapos” y hombres, mujeres, niños y niñas llenos de emoción.
Las remeras de los viejos rituales junto a los nuevos diseños se hicieron presentes en las veredas y calles de la ciudad. El ritual estaba cerca. De cientos d exolectivos bajaban hombres y mujeres de entre 30 y 49 años que llevaba a cuesta muchos más rituales que otros jóvenes de menos de 30 que jamás habían visto a la banda pero en sus hogares y hasta en la panza de sus madres escuchaban los Piojos.
Vestidos para la ocasión, remeras de viejos recitales, hechas a mano como se hacían antes los trapos y la ropa de recitales, decoraban un sueño hecho realidad.


En mi caso, desde San Martín de Los Andes al estadio Ruca Che el viaje era inmenso por aquellos años. Buscábamos a dedo o como sea llegar a los recitales para luego seguirlos hasta Bariloche y Puerto Madryn cuando así lo ameritaba la ovación. En el camino cientos de amigos de todas las provincias iban sumándose a la lista.
Cada disco que se presentaba era para nosotros un nuevo viaje, una nueva aventura .
Mi hija más chica tiene 14 años y la más grande 19, Ciro, el del medio cuyo nombre obviamente responde a mi fanatismo piojoso, tiene 16. Sin querer tal vez han compartido conmigo esta y otras bandas, entonces era imposible venir a la plata solo.
En la segunda noche el líder de la banda dijo: “sé que muchos hoy han venido con sus hijos o tal ves sus nietos, esta canción es para los Viejos Piojosos, gracias” y comenzó a sonar una de las más lindas letras de Ciro, “Canción de Cuna” .
Fue un play al modo llanto, muchos abrazaron a sus hijos y cantaron a destajo la canción que alguna vez los emocionó con sus crías en brazos.
Así todos los temas tenían una carga especial. Y claro que fue complicado para nosotros “viejos piojosos” contener la emoción.
Después todo fue fiesta, no hubo poco más tranquilo que otro, sí había que saltar se saltó, sí había que abrazar y llorar se hizo.
Más de dos horas sin escalas duró este show inolvidable.
Muchos encaraban la puerta ya cansados de tanto rock cuando se apagaron las luces y sonó el Himno Nscional en la armónica que brillaba en el centro dele escenario, era Ciro tocando como en muchos partidos de Argentina la canción. Más linda del mundo.
Algunos volvieron sobre sus pasos corriendo para ver qué pasaba, inmediatamente terminado se encendió la pantalla y Diego Armando Maradona apareció con sus cortos cortos bailando rivales con la caprichosa en la cancha.
Otra vez la emoción y el ”Diego! Diego! Olé olé olé, diego, diego!”
La noche perfecta no exis… fueron los pensamientos y Ciro cerró con un “gracias piojosos por esta noche…” Como es habitual se tomó un tiempo con la música de fondo de «FINALE» para leer cada una de las banderas o trapos presentes y ahí estaba la de Neuquén como siempre en cada Ritual.
Nos fuimos con el alma repleta. No se nos podía hablar que se nos escapaba una lágrima final, para quienes lo vivimos a flor de piel será el recuerdo más lindo de muchos en familia, su primer ritual, mi ritual más hermoso y la música como nexo de sensaciones interminables que van a quedar para siempre en mi corazón.
🫶🏼