El triunfo ante Huracán Las Heras, del torneo Federal B, por la Copa Argentina, apenas fue un oasis en el desierto anímico que recorrió Boca en los últimos 35 días. Después de vencer a River en el torneo de 30 equipos, el conjunto xeneize cayó en un bache y se sumergió en un bajón futbolístico y emocional. Sin embargo, apareció una luz de esperanza. En una Bombonera vacía, se impuso con autoridad ante un golpeado Newell’s por 4-0, por la fecha 15 del torneo de 30 equipos, y despidió el semestre con una sonrisa.
Boca sufrió la baja de varios habituales titulares: Daniel Osvaldo, Fernando Gago, Marcos Torsiglieri, Gino Peruzzi y Nicolás Lodeiro. Pero contó con futbolistas jóvenes (y no tanto) que asumieron el compromiso con altura: Rodrigo Bentancur, Alexis Rolín, Cristian Erbes, Sebastián Palacios y Jonathan Calleri, entre otros. Con esta base, el equipo del Vasco Arruabarrena mostró una cara muy diferente a la de los últimos partidos, en los que cayó ante Aldosivi y Vélez. El bajo nivel de la Lepra, que ya no tuvo en el banco de suplentes al Tolo Gallego, ayudó a que los locales pudieran lucirse.
El golpe fue tempranero. A los cinco minutos el primer tiempo, el Cata Díaz ejecutó un violento tiro libre para abrir el partido. Los goles restantes llegaron en el complemento. Palacios, a los cuatro minutos, sacó un disparo mordido desde afuera del área y, ante la débil reacción del arquero Pocrnjic, convirtió el segundo gol xeneize. Un cuarto de hora más tarde, Calleri extendió marcador con un cabezazo. A los 38, de penal, Andrés Chávez cerró la goleada.