El Indec dio a conocer la inflación de abril: 8,8 por ciento, con lo cual acumuló en apenas cuatro meses un 65 por ciento. En la comparación interanual, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) muestra un alza del 289,4 por ciento. Una familia de cuatro integrantes necesitó $828.158,19 para superar el umbral de pobreza en abril de 2024, 307,2 por ciento más que hace un año. Mientras tanto, el Gobierno celebra que la inflación sea de un dígito.
Fueron cinco los rubros que mostraron los mayores aumentos: alimentos y bebidas no alcohólicas lideraron la lista con un incremento significativo, seguidos de cerca por vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Los rubros de salud, transporte, y restaurantes y hoteles también aumentaron sus precios, afectando el costo diario y de ocio de los ciudadanos.
Alimentos y bebidas no alcohólicas mostraron un incremento considerable marcando un 7,4% en abril, destacando la persistente presión sobre los precios básicos. Este panorama presiona a las familias, especialmente a las de menores ingresos, que ven cómo su capacidad de compra se reduce mes a mes.
El dato refleja el resultado de la contracción económica producto de la devaluación, los ajustes, el congelamiento de los salarios y la caída del consumo que la administración de Javier Milei impulsó con la meta de frenar la escalada de precios.
Pero por otra parte, el gobierno nacional fue optimista, argumentando que la inflación de un solo dígito en el mes refleja un avance hacia la estabilización.