El Juzgado Civil, Comercial y de Minería N° 5 de la ciudad de Neuquén intervino en el caso de los desbordes cloacales que afectan al barrio La Sirena, tras la presentación de una medida cautelar por parte de la Defensoría del Pueblo de Neuquén.
Asimismo, la acción busca constatar los daños ambientales ocasionados por los desbordes y evaluar el progreso de las obras destinadas a mejorar la gestión de los líquidos cloacales en la zona.
Jorge Rey, defensor del pueblo, contó en medios regionales, que «toda esa agua que se derrama diariamente, va a parar al Arroyo Durán y luego al río. Se trata de una contaminación muy fuerte. Pudimos reflotar el recurso de amparo que estaba archivado desde el 2016».
La Defensoría del Pueblo había solicitado previamente al EPAS (Ente Provincial de Agua y Saneamiento) que llevara a cabo las obras necesarias para detener los desbordes de líquidos cloacales en el barrio y mejorar el sistema de alcantarillado.
La medida cautelar presentada ante el juzgado se basó en pruebas documentales, incluyendo fotografías y reportes de prensa, que respaldan la existencia de los desbordes y su impacto negativo en la comunidad, según contó Rey. Se argumentó que existe un riesgo inminente de daños irreparables o de difícil reparación para los residentes si no se aborda adecuadamente esta situación.
Por lo tanto, la jueza Ana Virginia Mendos, a cargo del caso, ordenó la constatación de los desbordes cloacales y la evaluación del estado de las obras realizadas por las autoridades competentes para resolver el problema