El norte neuquino fue atravesado por la naturaleza en su peor versión ante los ojos de impotencia, tristeza y desolación de sus habitantes. Manzano Amargo fue una de las localidades más castigadas por el temporal de lluvias que volvió a distinguir al río Neuquén como «correntoso, atrevido y audaz”.
Corte de caminos, inundaciones por doquier y aislados a partir de la destrucción de dos pasarelas vitales para la comunicación terrestre fueron algunos resultados. Se vivieron jornadas intensas y se trabajó a destajo para remediar todo lo antes posible con los recursos existentes y las voluntades de muchas personas que se pusieron el hombro la responsabilidad de volver a la normalidad en el menor tiempo.
Es así que maquinarias y recurso humano de la comisión de fomento, de Vialidad provincial, de la AFR Manzano Amargo y de la empresa que estaba trabajando en el proyecto de la defensa costera del pueblo.
Todos unidos se volcaron en primera instancia a sacar de la situación de aislamiento al pueblo y al paraje Pichi Neuquén. El río arrasó con las alcantarillas y produjo un corte pronunciado en el sector de Los Ciruelos.
Asimismo, con muchas horas de trabajo se logró armar un camino alternativo por el cual se puede circular con extrema precaución. Además se está trabajando para construir una defensa para contener el río en caso de producirse nuevas contingencias climáticas.