Mundo.- La tranquilidad en el Congreso de Bolivia se vio abruptamente interrumpida cuando un grupo de legisladores del oficialismo y la oposición se enfrascaron en una feroz pelea a puñetazos. La disputa estalló mientras el ministro del Interior, Eduardo del Castillo, respondía preguntas sobre la detención del líder opositor Luis Camacho.
El ministro Del Castillo compareció ante el Legislativo para aclarar los fundamentos legales de la detención de Camacho, quien fue arrestado el año pasado por acusaciones de «terrorismo» en relación al supuesto «golpe de Estado I» en 2019. Durante su intervención, el ministro defendió la legalidad del arresto y señaló que se llevó a cabo siguiendo los procedimientos correspondientes.
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— Bolivia tv Oficial (@Canal_BoliviaTV) May 24, 2023
Legisladoras de Creemos, encabezadas por la senadora Centa Reck, irrumpen informe del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, para generar violencia.
Periodista: Leonardo Mena BTV pic.twitter.com/RDtmOVMZh0
Sin embargo, la sesión se volvió caótica cuando un grupo de legisladoras opositoras mostraron pancartas y letreros críticos durante el discurso de Del Castillo. Esto provocó la reacción de parlamentarias oficialistas, quienes se abalanzaron sobre las opositoras en un intento por arrebatarles los mensajes.
La situación rápidamente se descontroló y una pelea tumultuosa estalló en el recinto legislativo. Durante varios minutos, los legisladores se golpearon entre sí, lanzaron patadas y tirones de pelo, generando un ambiente de caos. Afortunadamente, no se reportaron heridos graves como resultado de la trifulca.
#Actualidad #Mundo ¡𝗠𝗮𝗹 𝗲𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼! Una verdadera batalla campal se vivió en el Congreso de #Bolivia cuando uno de los ministros presentaba un informe y varias congresistas decidieron agredirse físicamente.
— Diario La Opinión (@laopinioncucuta) May 24, 2023
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La sesión tuvo que ser suspendida temporalmente debido al altercado, y la diputada María René Álvarez, del partido opositor Creemos, acusó al ministro Del Castillo de ser responsable de fomentar la beligerancia en el ambiente político.