Mundo.- En medio de un juicio político en su contra por acusaciones de malversación de fondos públicos, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó la disolución de la Asamblea Nacional de mayoría opositora. Al mismo tiempo, solicitó la convocatoria de nuevas elecciones legislativas y presidenciales.
Esta medida, conocida como «muerte cruzada», se basa en un mecanismo constitucional que permite al jefe de Estado disolver el Congreso si considera que está obstaculizando su capacidad para gobernar. Lasso afirmó que los legisladores formaban parte de un proyecto desestabilizador y que sus acciones buscaban socavar su gobierno con un juicio infundado.
En un mensaje dirigido al país, el presidente Lasso denunció que la Asamblea Nacional había acosado políticamente a sus ministros, sometiéndolos a 14 enjuiciamientos políticos. Según él, el Congreso había tratado de obstaculizar su plan de trabajo propuesto para su período presidencial.
Esta es la primera vez que se aplica este procedimiento desde su incorporación en la Constitución en 2008, durante el gobierno de Rafael Correa.