Por Alejandro López
Dos Jorges y un Guillermo son los actores principales del proceso electoral que esta semana se inicia en la provincia de Neuquén.
Sapag, Sobisch y Pereyra; de ellos se trata, dirimirán sus diferencias en la elección interna abierta que el MPN tendrá el próximo 30 de noviembre. Ese domingo irán por la mayoría de los 385 mil votos en juego, 100 mil son afiliados al partido provincial.
Las estadísticas que dejó la última interna partidaria benefician al sector que encabeza el actual mandatario provincial.
¿Se repetirá el mismo resultado? Depende de las ganas de triunfo que transmitan Sapag y sus muchachos.
También resta ver que tan convencidos están Jorge Sobisch y Guillermo Pereyra de llevar esta disputa, contra el actual gobernador, hasta las últimas consecuencias.
Sapag, por estas horas, teje los trazos finales de la estrategia que la lista azul llevará a la competencia.
Conoció los detalles de la exitosa negociación entre blancos y petroleros de boca del propio precandidato a gobernador Jorge Sobisch.
Los dos viejos conocidos sentaron las bases de lo que será la elección más importante del 2014.
Sapag, con paciencia de orfebre, da señales inequívocas a cada colaborador de su gobierno de manera que la tropa no sufra estampidas.
Sobisch hace un esfuerzo importante en el mismo sentido pero direccionado al cartel pereyrista.
El tres veces gobernador sabe que en los primeros 15 días tiene que generar confianza en todo el arco dirigencial que responde al actual senador, Guillermo Pereyra.
Es tiempo de jugadas planificadas. Cada movimiento, cada gesto deriva en beneficios o pérdidas.
Quizas allí radique el motivo del por qué son tan pocos los que hablan, excepto los jorges y Guillermo.
Hay mucho en juego y ningún actor de reparto debe salir a escena hasta tanto lo indique el director.
Sobisch y Pereyra trabajan desde el barro de la contienda.
Sapag piensa, planifica, organiza y distribuye. Lo seduce y apasiona este nuevo rol en que el mandamiento constitucional de la no re reelección lo ha ubicado: constructor de la continuidad del sapagismo como gobierno.
El actual gobernador dejó que el referente blanco y el senador nacional salieran a sacar tajada del acuerdo político que habían sellado en Buenos Aires.
“Que hablen ellos. Nosotros no tenemos nada para decir”, fue la orden que tronó en cada despacho y rincón de la provincia.
El silencio del sapagismo está directamente ligado con la construcción.
“Cuando los azules no hablan algo traman”, indicó un viejo guerrero blanco que supo estar en varios mostradores a la vez.
Sobisch intentó presentar su precandidatura el sábado pasado. El clima le aguó la fiesta. Lo hará este martes por la tarde en la sede del Circulo Policial.
Los azules preparan la presentación oficial de sus candidatos para el jueves a la noche en el gimnasio del Club Independiente.
Los jorges hablarán y de inmediato pasaran a la acción.
El gran dilema de esta hora es saber qué hará Guillermo Pereyra. La actitud del petrolero es una incógnita. Sobisch ha dicho que espera el nombre de la persona bendecida por el sindicalista para que lo acompañe en la formula provincial.
Todo parece indicar que será el petrolero Omar Lorenzo. Si es así, será una señal muy fuerte para todo el pereyrismo para que salgan a bancar y a trabajar por la candidatura de “bigote”.
Los azules tienen un muestreo que indicaría que los votos del petrolero, en un número importante, no se trasladarían a Sobisch.
El ex gobernador dice tener otra encuesta que indicaría que la mayoría de los neuquinos lo verían con chances de ser el próximo mandatario provincial.
Los azules vienen envalentonados por el triunfo de la interna partidaria venciendo al mismísimo Guillermo Pereyra.
Acentúan su exitismo en el triunfo de la última interna partidaria y aseguran tener la tranquilidad de los casi 30 mil votos genuinos que poseen dentro del MPN. Creen que en el sector independiente podrán llegar a recoger el respaldo de otros 40 mil votantes.
“Si todo marcha como se prevé va a ser un 70 a 40 a nuestro favor”, indicó este fin de semana una alta fuente sapagista.
Mientras tanto Sobisch opera en todos los frentes. En las últimas 72 horas recibió adhesiones de todo tipo. Incluso de ex ministros que hacía mucho tiempo habían dejado de frecuentarlo.
El desafío del ex gobernador está centrado en convencer a los pereyristas más esquivos y a la vez ensamblar un equipo de campaña que muestre a todos juntos y sin contrastes.
Tarea difícil si partimos de la base que el propio Pereyra durante mucho tiempo fue crítico hasta del propio ex gobernador.
Sapag tiene a su equipo precalentando. Sobisch tiene al suyo en plena etapa de reclutamiento.
Azules por la continuidad de un modelo de gestión. Azules y blancos por una férrea defensa de la provincia.
El sapagismo con Omar Gutierrez como estandarte del recambio generacional. El sobischismo con su máximo referente como el regreso de un modelo de conducción que supo abrevar en el menemismo, duhaldismo y Mauricio Macri.
Tiempo de jugar. Todos viejos conocidos con sus distintas mañas. El electorado decidirá si da el apoyo a nuevos cuadros o inclina la balanza en favor de Sobisch y Pereyra, dos claros ejemplo de conducción firme y personalista.