Neuquén.- El cóndor que bajó en un sector de chacras de Chos Malal recibe por estas horas un tratamiento con medicación que fue traída desde Mendoza y es controlado por un grupo de expertos que procura reducir el contacto a lo estrictamente necesario.
Así lo explicó la directora provincial de Areas Naturales Protegidas y Recursos Faunísticos de la Provincia del Neuquén, Lucía Redondo, quien contó que el ejemplar descendió a tierra el 15 de septiembre y en circunstancias penosas.
Su imponente presencia llamó la atención de vecinos que comenzaron a filmarlo con sus teléfonos; y en eso estaban cuando el animal cayó en un lugar cercado. De inmediato dieron aviso a Guardafaunas, llegó el rescate y el cóndor quedó al cuidado de Areas Naturales Protegidas.
Los expertos detectaron que estaba afectado por una bradicardia -descenso en la frecuencia cardíaca- y que segregaba más saliva de lo habitual. Además, este ejemplar macho de unos 20 años y un peso 11,600 kilogramos estaba golpeado en virtud de la brusca caída.
De inmediato comenzaron a hidratarlo y le suministraron suero. El animal estaba estresado y reaccionó bien. Pero luego empezó a decaer y en concordancia con la opinión de los profesionales se presumió intoxicación con plomo. La hipótesis es que podría haber comido un animal abatido por un disparo y que haya ingerido perdigones.
Fue necesario, entonces, cambiar de medicación y aplicarle cálcico disódico granulado, un producto que dejó de comercializarse pero que se sigue produciendo en un laboratorio que realiza trabajos para Bioandina. Para lograr que ese producto llegara a Neuquén fue necesario realizar gestiones ante la secretaría de Ambiente de Mendoza.
Esos esfuerzos coordinados apuntan a que el cóndor se recupere y que pueda ser liberado en una zona alejada. También se tramitó la adquisición de otras dosis (en Buenos Aires), por si es necesario usarlas en futuras intervenciones.