Río Negro.- El presidente de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, Sebastián González, indicó que es muy difícil para los dueños de campos invertir en la producción, ya que en el último tiempo se tuvo que priorizar otras tareas.
Pese a ser una actividad exceptuada, la fruticultura sufrió también el fuerte impacto de la cuarentena. El incremento de los costos productivos fue el principal, a raíz de la adecuación de las tareas a los protocolos sanitarios vigentes, las nuevas condiciones laborales y la escasez de mano de obra a raíz de las restricciones para la movilidad de los golondrinas.
Precisamente, «garantizar la cosecha» es uno de los grandes desafíos, por lo que el dirigente informó que ya se están realizando gestiones para garantizar permisos a los trabajadores «golondrinas».
No obstante, Hernández advirtió que preocupa la evolución de la temporada, «la gente tiene miedo de moverse, entonces tenemos que asegurar los pasos para que vengan a trabajar con seguridad y asegurarles que van a poder regresar».