Río Negro.- Ana Escobar es enfermera y operadora terapéutica del hospital de Catriel y este año, después de 32 años de servicio, estaba a punto de jubilarse. El amor por su profesión hizo que en el contexto actual de pandemia decidiera continuar ayudando en la lucha contra el Coronavirus.
Debido a que la profesional es una persona de edad avanzada, se ofreció a realizar las visitas a los domicilios de los enfermos y pacientes ambulatorios en vez de asistir al hospital local.
«Me dieron la oportunidad de jubilarme y quedarme en casa, pero yo dije no. A mí me gusta mi profesión es lo que realmente amé toda mi vida. Trabajo desde la mañana hasta la noche, pero lo hago con mucho gusto. Son varios los domicilios a los que asistimos, he llegado a recorrer 30 domicilios», expresó la enfermera.
Ana forma parte del grupo de personal de salud rionegrino que realiza una labor más personalizada para aquellos pacientes que no pueden acercarse a los centros de salud.