Al gran pueblo argentino…salud

0

 Por Matías Enríquez

Son más de 150 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Fatiga, cansancio y malestar son solo algunos síntomas que viven varios argentinos. El presidente tiene razón: la cuarentena no existe más, más allá de que se lo digan sus asesores en materia discursiva, los infectólogos o la propia etimología de la palabra. Casi todos los argentinos han comenzado a tratar de normalizar sus vidas por diversas cuestiones, ya sea financieras, fatiga o familiares. En cierta medida, todos tienen razón. En sinergia con las recomendaciones que indica la devaluada OMS respecto del consumo solo “desde las fuentes oficiales”, en tiempos pandémicos la información más relevante proviene (o al menos debería hacerlo) del ministerio de Salud, por lo cual sus conferencias revisten de una trascendencia superior.

 

A mediados de semana, con motivo del Día Internacional de la Juventud, la habitual conferencia de Salud en la que participan la Secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti y el Subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa incorporó a un joven funcionario llamado Lucas Grimson, quien expuso sobre la responsabilidad que tienen que tener los jóvenes a la hora de respetar la “cuarentena”. En ese sentido, Grimson manifestó que los pibes, las pibas, les pibis podemos ser parte de enfrentar esta pandemia”. Fueron menos de aquellos quince minutos con los que Andy Warhol vaticinó la popularidad de las personas, pero alcanzaron para llevar al joven funcionario a la fama. Respeto aunque no comparto la utilización del lenguaje inclusivo y el sobreuso de la vocal e para condicionar el género de los conceptos. El propio idioma español tiene en su riqueza ortográfica y semántica y el uso de artículos, herramientas valiosas para poder otorgarle el género a las palabras. 

 

Lo que más sorprendió del uso de “les pibis” es el lugar escogido. Disculpen lo reiterado pero las conferencias de prensa del ministerio de Salud tienen una relevancia superior, a la hora de la toma de recaudos y conocer cuál es la verdadera realidad en la que estamos. En algunos casos, muchas personas limitan su consumo de noticias a esas conferencias únicamente. Usar el término “les pibis” no solo no brinda información relevante para las personas que están afectadas por una interminable cuarentena sino que desvía el foco de lo importante. Suena hasta anormal utilizar este tipo de conceptos dirigidos hacia una juventud que hace malabares para poder tener clases en estos tiempos y en donde existe una peligrosa realidad con los llamados ninis, jóvenes que ni trabajan ni estudian.

 

Pero más allá de la cuestión ortográfica, el otro hecho incomprensible en materia comunicacional se llevo a cabo el domingo. El preámbulo de dicho episodio tuvo una particularidad. Mientras la economía se derrumba y las personas que respetan la cuarentena no aguantan más la extenuante situación, el gobierno decidió modificar el tradicional Día del Niño por el “Día de las infancias” con motivos tan absurdos como incomprensibles para los tiempos que corren. En la misma conferencia de Salud, esta vez la novedad no estuvo en el léxico aplicado sino en la incorporación de una payasa, luego de brindado el último reporte que daba cuenta de 20 nuevos fallecidos por el covid-19 ¿Que carajo les pasa? ¿En qué cabeza puede entrar la morbosa y surrealista idea de incluir un payaso en un informe donde detallan la aparición de veinte muertos? ¿Hicieron un poco de empatía y pensaron lo que podría sentir alguno de los familiares o amigos de una de esas 20 personas que perdieron la vida al ver tamaña estupidez? Son insospechados los niveles de cinismo que tienen algunas personas que están al frente del Gobierno.

 

Si el mensaje estaba destinado a los niños ¿quien puede creer que van a estar mirando una conferencia de prensa donde se informan muertos y casos contagiados? Incoherencia e insensatez. Por suerte el rechazo fue unánime en las redes sociales con un hashtag que tiene mucho de franqueza con la realidad #GobiernoDePayasos. También fuimos testigos de la incomprensión y hasta sarcasmo de periodistas en diferentes ciudades del mundo, que no podían entender como pudieron incluir un bufón en una conferencia de ese estilo.

 

“Mi idea es insertar Argentina en el mundo” había dicho el presidente allá por principios de febrero de 2020, cuando el barbijo y el alcohol en gel no estaban tan presente en nuestros bolsillos. Por el absurdo, el objetivo está cumplido. Ahora pongámonos serios y reinsertemos a nuestro país en el tablero internacional por asuntos que realmente valgan la pena y no por cuestiones de tamaña imbecilidad que lo único que solo deterioran nuestra imagen en el resto del mundo.

 

Matías Enríquez, Licenciado en Comunicación Periodística.