Buenos Aires.- En el año 2011, el investigador Adrián Vojnov puso a punto una técnica que permite amplificar una zona específica del genoma de un virus y puede usarse para detectar cualquier tipo de patógeno. Junto a su equipo del Instituto César Milstein (Conicet – Fundación Pablo Cassará) desarrolló un kit de diagnóstico del Chagas congénito. Los científicos estaban trabajando con la misma plataforma tecnológica en un test rápido de diagnóstico del Dengue cuando los sorprendió el Coronavirus y decidieron redireccionar la investigación. Así nació Neokit-Covid-19, un nuevo kit de diagnóstico que permite saber en menos de dos horas si una persona está o no infectada.
«Este desarrollo nace hace 60 días cuando empezó la emergencia del COVID-19 o en 2011 cuando empezamos a desarrollar kits de diagnóstico de base molecular. Toda esa experiencia que fuimos juntando a lo largo de estos años nos permitió responder con rapidez», dijo Carolina Carrillo, investigadora del ICT César Milstein.
Hasta el momento, en Argentina para diagnosticar Coronavirus se utilizaba la técnica de reacción en cadena de la polimerasa, conocida como PCR. «Este es un test molecular como la PCR tradicional pero requiere de un equipamiento muy sencillo, un calentador de cualquier tipo, a diferencia de la PCR que necesita un equipamiento muy costoso. Además, Neokit da un resultado en una hora y los reactivos son más económicos», agregó Carrillo.
Como funciona el Neokit-Covid-19
«La muestra se obtiene a través de un hisopado, se hace un proceso de purificación donde se obtiene el ARN para detectar al virus», explicó la investigadora Luciana Larocca. «Lo que hacemos es tomar un tubo para determinación, agarrar un gotero de una solución, a este tubo se le agrega unos microlitros de la muestra del paciente y va a un dispositivo térmico El tubo debe incubarse a una temperatura constante y se produce un cambio de color de violeta a azul cuando la reacción es positiva», siguió.
En cuanto a la sensibilidad y especificidad, Carrillo aseguró que «en todas las pruebas que se hicieron, que fueron validadas por la ANMAT, hubo una especificidad del 100%: es decir no da falsos positivos. Y una sensibilidad del 94%, según la calidad de conservación de las muestras, que es la misma sensibilidad que presenta la PCR».