Buenos Aires.- Los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho y el jardinero Armando Gómez recibieron duras penas en uno los casos más aberrantes de la historia argentina que involucra a hombres de la Iglesia católica.
El proceso comenzó el pasado 5 de agosto. Hoy se leyó el veredicto que condenó a Corradi, el principal de los acusados en jerarquía dentro del Próvolo, que se moviliza en silla de ruedas, a 42 años de cárcel por hechos en grado de autoría y coautoría.
Corbacho recibió 45 años por hechos que incluyeron imputaciones como abuso simple y con acceso carnal agravados por ser el encargado de la guarda de sus víctimas. Mientras que el jardinero Gómez, que es sordo, y para quien el fiscal Alejandro Iturbide tuvo en cuenta atenuantes como que se trata de una persona analfabeta, de poca instrucción y claramente influenciable, recibió una pena de 18 años.
Por su parte familiares de las víctimas se reunieron con pancartas a las puertas del tribunal, como ya lo habían hecho en audiencias previas. Mientras que varias de las víctimas, decidieron estar presentes en la sala mientras se leía la sentencia.