Neuquén.- Miles de cruces existieron y existen entre EPAS y el Municipio capitalino. En este nuevo capitulo chocan por la regularización del agua potable para la Toma Pacífica.
En un primer momento, la comuna realizó una serie de obras para que los vecinos tuvieran servicios básicos como la luz y las cloacas.
Sin embargo, la mayor preocupación para los ciudadanos es el agua potable. Es por eso que en varias oportunidades se manifestaron para obtenerla.
Meses después de la protesta, el EPAS comunicó que había encontrado conexiones clandestinas y tareas mal hechas realizadas por la Municipalidad.
Teniendo en cuenta el costo de las cañerías y los materiales, el ente informó que intentará mantener lo ya ejecutado, hacer las pruebas en servicio y supervisar con personal la presión, pérdidas o demás inconvenientes que pudieran ocurrir.
“Es una pena no haber podido hacer las pruebas hidráulicas que otorgan seguridad para poner en funcionamiento la red y que además garantizan la vida útil de las cañerías”, dijo.
Agrego, también, que “la mayoría de las tomas están conectadas a mangueras clandestinas, lo que es un punto de falla permanente del sistema y un factor que no permite mantener su registro y control. Ahora, a través de estas acciones, se tendrá mayor control sobre el consumo y se darán de baja las instalaciones clandestinas del asentamiento”.