Neuquén.- El delegado de los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) Pablo Sosa, reveló esta tarde que la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), «está al borde de la quiebra» con importantes deudas y que los salarios sólo están garantizados hasta marzo.
Los empleados de la PIAP se concentraron hoy en El Monumento a San Martín en la capital neuquina, donde decidieron trasladar la protesta por el incierto futuro laboral de cientos de operarios.
Sosa en diálogo con un medio radial relató que «la situación es cada vez más complicada. Nos dijeron que la ENSI está casi al borde de la quiebra, que tiene planes de pago con la Obra Social, cargas sociales y ART y que con la venta de las últimas toneladas de agua pesada se garantizarán los sueldos hasta marzo». Además, acotó que «estamos con salarios del 2017, por lo que nuestro poder adquisitivo cayó un 57 por ciento», sostuvo el representante.
Por otro lado, el delegado afirmó que «teníamos un horizonte de producción de agua pesada por 18 años para abastecer a la cuarta central nuclear que se iba a construir y que el año pasado se cayó por una decisión política, y tampoco se van a producir las 400 toneladas de reserva para abastecer a las centrales que ya están instaladas, e incluso para la central ´Embalse´ cuya vida útil fue extendida por otros 30 años. Para nosotros es una locura paralizar la producción de agua pesada».
Además, «a otra alternativa es que la empresa pase a conservación esperando la transformación en planta de fertilizantes, pero no hay nada firmado ni quien se haga cargo de la financiación», sentenció Sosa.