En plena filmación de una publicidad para una reconocida marca de gaseosas, lo desafiaron al 10 a rematar y meter la pelota en un aro, pero el detalle lo marca la botella.
El mejor jugador del mundo y capitán del Barcelona, deja en claro que su talento no solo existe en las canchas, en los goles increíbles, eludiendo rivales en el camino o con tiros libres al ángulo. La magia sigue intacta.