Río Negro.- Lucas Pilquiman, bautizado «testigo E » por un abogado que tomó nota de su relato de manera extraoficial, hoy fue citado a brindar declaración testimonial en sede judicial, por orden del juez del caso, Gustavo Lleral.
La declaración testimonial de Pilquiman se daba con algunas peculiaridades. Su madre, Claudia Pilquiman, una de las referentes de la comunidad Resistencia en Cushamen, se contactó anoche con Lleral. Le comentó que su hijo se encontraba en la localidad de Epuyen y que podría brindar declaración testimonial, pero solo en esa ciudad. Es decir, a 123 kilómetros de Esquel, donde el magistrado instruye el caso Maldonado.
«La senora Pilquiman expresó la dificultad que representaba para él tener que trasladarse para la celebración del acto; por esa razón, solicitó que la declaración sea recibida en un lugar cercano a donde él se encuentra en ese momento», ordenó anoche Lleral.
La declaración del llamado «testigo E» puede ser crucial, ya que manifestó ser la persona que estuvo cerca de Maldonado en el Río Chubut y haber visto cómo el joven tatuador desistía de cruzar, imposibilitado de avanzar en ese traicionero curso de agua, en el marco del operativo de la Gendarmería.
Hasta hoy, quienes dialogaron con el testigo E fueron dos abogados que habían presentado un informe ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la posible violación de derechos contra la comunidad mapuche. Esos letrados, Fernando Cabaleiro y Carlos María González Quintana, estuvieron en las ciudades de Bariloche, Esquel y El Bolsón entre el 11 y el 15 de septiembre. Allí recolectaron cuatro testimonios para reconstruir lo que ocurrió el 1º de agosto en el Pu Lof.
El testigo E dijo que bajó al río Chubut con Santiago Maldonado cuando eran perseguidos por los gendarmes. Señaló que ambos decidieron cruzar el río, que a esa altura tenía una parte profunda, por lo que la única forma era hacerlo a nado. Santiago no sabía nadar y el peñi lo tomó del brazo para ayudarlo.
Sin embargo, Maldonado desistió y se volvió a la orilla. Según relate el testigo, al joven tatuador lo «lo subieron a una Unimog» y aseveró que «ésa fue la última vez que se lo vio».