Hacia las 14.15 de ayer el buque noruego Sophie Siem partió hacia el área en la que se centra el operativo, donde se estima que llegará mañana al mediodía. Lleva un mini-submarino de rescate aportado por la Marina estadounidense que llega a 600 metros de profundidad, puede trasladar hasta 16 personas, lleva ropa seca y 44 salvavidas.
El buque, en el que viajan expertos de la Marina norteamericana y submarinistas argentinos, tardará unas 24 horas en llegar al centro de búsqueda, que tiene un radio de 74 kilómetros y en el que la profundidad del mar oscila entre los 200 y los 1.000 metros.
A esa dotación de búsqueda y rescate se le sumará también un vehículo sumergible ruso que partirá hacia el área de operaciones apenas las condiciones meteorológicas permitan el amarre de una corbeta argentina en Comodoro Rivadavia, que luego lo trasladará mar adentro.
Este puede sumergirse hasta los 1.000 metros de profundidad y llegó a Comodoro Rivadavia en el avión Antonov, uno de los más grandes del mundo. El Panther Plus puede descubrir, a través de cámaras blanco y negro y a color, objetos sumergidos de hasta 300 metros: el ARA San Juan mide 66. La fuerte intensidad de los vientos se extenderá hasta mañana y puede demorar las distintas fases del operativo de búsqueda.