Buenos Aires.- El Frente para la Victoria hizo valer su mayoría en las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Finanzas y Peticiones, Poderes y Reglamento de la Cámara baja para conseguir el visto bueno al proyecto que cambia la sede de pago a los bonistas de la deuda y de ese modo llevarlo mañana al recinto. La propuesta alcanzó los respaldos necesarios pese al rechazo de la oposición.
La votación estuvo precedida por la defensa sobre la iniciativa que encabezaron el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.
Kicillof volvió a cargar contra el titular del fondo Elliot, Paul Singer, al sostener que lleva adelante una estrategia contra la Argentina que consiste en varios puntos y tiene como aliada a «alguna gente que se convierte en repetidora, amplificadora» y que busca «una megadevaluación».
Según dijo, ese supuesto programa empieza con «el ataque a la moneda», que –advirtió– «lo están haciendo, están trabajando para conseguir una megadevaluación» en el marco de «un movimiento extorsivo» para hacer creer que, si no se les paga a los fondos buitre, «va a pasar esto y esto». Continuaría con un intento de «debilitar al Gobierno, atacar a la presidenta de la Nación, a los funcionarios, al Parlamento argentino para cobrar los 832 millones de dólares» por una inversión en bonos defaulteados de 50 millones de la moneda norteamericana. Y alertó: «Van a atentar contra cualquier intento de la Argentina de pagarles a sus bonistas reestructurados, tirar abajo el canje».
Al tomar la palabra, Zannini defendió al iniciativa y pidió a la oposición que, a diferencia de lo que sucedió en el Senado, acompañe al oficialismo. El funcionario recordó que existen 32 proyectos de distintos partidos para investigar el origen de la deuda, por lo que solicitó que al menos respalden el artículo 12 del proyecto, que crea una bicameral para ese objetivo.
Parte de la oposición recogió el pedido de Zannini y respaldó ese punto, aunque no hjzo lo propio con el resto del articulado. De hecho, numerosos dirigentes abandonaron el salón antes de que finalice el debate.
Al iniciar la sesión, pasadas las 12:30, Tullio Zembo, representante en la Argentina de los bonistas italianos, defendió el proyecto de Ley de Pago Soberano como una forma de sortear el fallo del juez Thomas Griesa. «Desde hace 5 años venimos cobrando en tiempo y forma y así lo queremos seguir haciendo», aseguró. «Es una situación difícil para nosotros y para Argentina; pero la definición que nos ha alegrado, ha sido el compromiso firme, moral, ético de la Presidente, de una Nación que se ha comprometido a pagar», agregó.
Meses atrás, el magistrado norteamericano ordenó bloquear el pago a todos los bonistas que sí ingresaron a los sucesivos canjes de deuda hasta tanto el país cumpla con la sentencia que benefició a los holdouts.
Para sortear ese obstáculo, el Gobierno propone a los bonistas cambiar el lugar de pago y crear una cuenta en el Banco Nación para depositar allí los fondos del vencimiento de deuda reestructurada. También se agregó luego una opción en Francia, para satisfacer el pedido de aquellas sociedades que por su reglamento no pueden cobrar en Argentina.
El oficialismo confía reunir los votos para que mañana el proyecto sea convertido en ley.