España.- El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy se enfrenta al mayor desafío de la democracia española luego de que ayer el Parlamento de Cataluña declarara la independencia. Por ello, se mueve con rapidez para evitar cualquier vacío de poder. Convocó elecciones regionales anticipadas para el 21 de diciembre y nombró a su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para asumir los asuntos en esa región en sustitución de Carles Puigdemont.
La Unión Europea, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Portugal respaldaron sin fisuras al gobierno español, mientras Estados Unidos dijo tajantemente que consideraba a Cataluña «parte integral de España».
Rajoy destituyó al jefe de la policía regional, Josep Lluis Trapero, al mando operativo de 16.000 agentes. Decenas de altos funcionarios del gobierno catalán cesarán también en sus cargos y desaparecerán algunos órganos de gobierno de la Generalitat, como las delegaciones en el extranjero o el consejo asesor para la transición nacional.
La fiscalía general prepara una querella contra el destituido presidente catalán Carles Puigdemont, de 54 años, por rebelión, que puede acarrear una pena de cárcel de hasta 30 años.
De cara a los comicios «todos los partidos que estén registrados se pueden presentar. Esta cuestión legal no ha cambiado», aseguró el delegado del gobierno en Barcelona, Enric Millo. «El objetivo de la independencia es legítimo, nadie ha dicho lo contrario. Lo que se está diciendo en estos momentos es que se defienda desde la propia democracia, desde la propia legalidad», añadió.